La historia de Candy Anthony
Infancia
“Nada me gustaba más de niña que admirar la moda adulta y las personas con talento artístico de los años setenta de los que estaba rodeada y soñar que algún día tendría mi pequeña boutique llena de mis diseños y vestidos”.
Candy Anthony nació y creció en el oeste de Londres en los años 70, al final del movimiento hippie. Desde que tiene uso de razón, su mundo infantil siempre estuvo lleno de música, arte y fantasía. Le encantaba dibujar, pintar y escribir historias. Sus padres y abuelos (inmigrantes británicos de las islas coloniales del Caribe en los años 50) vivían en el ecléctico Notting Hill y eran amantes de la ropa. Sus padres inspiraron, influyeron y animaron a su hija a “pensar de forma diferente”, a destacar como individuo y a dedicarse a lo que más le gustaba: usar sus manos y su imaginación para hacer y crear.
Estudios de Moda y Negocios
“Trabajo duro, soy decidida y centrada, y no pasa un día de mi vida sin soñar y crear algo”.
En 1993, a los veintidós años, Candy se gradúa en Diseño de Moda y Accesorios en la Universidad de las Artes (The London College of Fashion), donde recibe clases de Estudios Culturales, a cargo del diseñador John Galliano. Recién salida de la escuela de diseño y con un buen ojo para el diseño comercial y la confección, la joven diseñadora se matricula en la escuela de negocios para perseguir su sueño de crear su propia empresa de diseño de moda.
El lanzamiento de la marca
“Me encanta diseñar para personas reales y ayudarles a sacar su verdadero yo interior. Mi trabajo no consiste en transformar a alguien, sino en potenciar lo mejor de sí mismo. Esto es para lo que he nacido, me encanta y es lo que realmente se me da bien. No puedo imaginarme haciendo otra cosa. Estoy muy agradecida de que se aprecie mi trabajo y de haber podido realizar mi sueño en primer lugar”.
1996, Candy hace realidad el sueño de su vida y monta su microboutique en Kensington, Londres. A partir de ahí lanza su marca Candy Anthony diseñando gamas desenfadadas de ropa de fiesta que atrae y adorna a muchas celebridades y modelos de renombre de la época.
1998, Candy presenta sus colecciones en ferias internacionales, donde ha sido nominada como uno de los “Mejores Talentos de Vanguardia de Gran Bretaña”, vendiendo sus colecciones en todo el mundo a propietarios de boutiques independientes, incluyendo Browns Boutique, y en 25 países internacionales. Ese mismo año Candy conoce a su futuro marido, el artista diseñador Alex Di Silvestro (también conocido como Mr. Alex Moon), y pronto fusionan el romance con los negocios, ya que Alex se convierte en el codirector creativo de su marca. La pareja se casa más tarde en Italia, y pasa su vida laboral y personal viajando y viviendo entre Londres, Brighton e Italia, donde la diseñadora aprende a hablar italiano con fluidez, lo que se convertirá en una habilidad útil para dirigir el negocio.
Una pequeña empresa
The Best Of British (revista de bodas)
“En 2004 abrimos nuestra boutique-atelier en el Southbank de Londres OXO Tower Wharf. Me inspiré mucho en la alta costura de los años 40, 50 y 60 y, al detectar un hueco en el mercado nupcial para los vestidos de novia cortos y de media pierna, lanzamos nuestra primera colección de ropa de novia y de noche”.
La visión de Candy se convertiría en el catalizador de una pequeña empresa de éxito, y la pequeña marca pronto se convertiría en una marca importante y líder en el sector de las bodas, atrayendo la atención de las revistas de moda y de bodas, apareciendo con frecuencia en las publicaciones de Conde’ Nast, Harpers y Queen (Candy como Reina del Estilo) y colaborando con importantes cadenas de producción televisiva, como la BBC y la ITV.
2009, Candy Anthony se convirtió con orgullo en uno de los patrocinadores oficiales de la concienciación sobre el cáncer de mama, una colaboración que dura más de 7 años.
2011, La pequeña marca presenta su gama de novias en la Saatchi Gallery de Londres.
2014, Candy Anthony es preseleccionada para el Premio al Diseñador Nupcial del Año por la revista You and Your Wedding y, ese mismo año, la revista Grazia nombra a la pequeña boutique como “Una de las mejores tiendas de vestidos de novia de Londres”.
2015, La empresa lanza su Boutique Online. Las colecciones de vestidos de novia y para ocasiones especiales son ahora accesibles a un público mundial, y la marca ve un éxito de ventas y clientes excepcionalmente satisfechos, especialmente en el mercado estadounidense.
2016, Candy Anthony lanza su gama de zapatos a medida, hechos a mano por zapateros altamente cualificados de Italia.
2019, El Evening Standard selecciona a Candy Anthony como una de las “Mejores boutiques de novias” de Londres.
Aceptar el cambio y los retos
“Dirigir una pequeña empresa hoy en día conlleva muchos cambios y desafíos, pero esa es la alegría de vivir, crear y evolucionar. Gracias a las mujeres que no os atrevéis a dejar de soñar, que no tenéis miedo de abrazar el cambio y la diversidad, que creéis en un poco de magia y misterio, y que estáis orgullosas de representar lo mejor de vosotras mismas en los momentos amorosos y especiales de vuestras vidas, sois todas vosotras las que habéis hecho y seguiréis haciendo realidad el funcionamiento de esta pequeña empresa”.
El año 2020 trae consigo un cambio emocionante para la empresa. Un mes antes de los brotes y cierres por el COVID, Candy Anthony traslada su Boutique-Atelier a la cultural ciudad española de Girona (provincia cercana a Barcelona). Aquí, Candy se encuentra en su elemento diseñando, desarrollando y produciendo colecciones de vestidos exclusivos para novias y ocasiones especiales, así como zapatos, velos y accesorios coordinados y hechos a mano. Todos los productos se pueden ver de forma privada y virtual a través de Zoom con el diseñador, se pueden comprar online y se envían a todo el mundo.
“Sigo siendo esencialmente esa niña de cinco años que sueña con vestidos. La única diferencia es que el mundo imaginario de mi infancia se ha convertido en una realidad por la que estoy infinitamente agradecida”.